Vehículos atascados en el río Turbio en un paso desde Agua Viva hasta Macuto. Foto: Francisco Villazán / Colección Fototeca de Barquisimeto |
Campesinos de la zona atraviesan el caudal en la década del 50' |
Hurgar la historia, interpretar documentos y relatar las crónicas, ha sido el espíritu que nos anima en esta nueva ocasión desde el Archivo Histórico Municipal de Palavecino, labor rigurosa, que en parte, será plasmada desde este generoso espacio que desde hoy llevará por dictado: Los Archivos de Palavecino, gracias a la gentil propuesta literaria de EL IMPULSO, decano de la prensa nacional, patrimonio larense que atesora y resguarda nuestro acervo histórico documental.
En
un primer aporte para la naciente columna, destacamos un trabajo de
investigación a partir de una fuente primaria documental que trata el vital
tema del recurso hídrico en jurisdicción palavecinense, tema que entraña
escenarios diversos con el fin único de beneficiar la economía de la región.
En
ese contexto, para uso de las vertientes del río Turbio y quebrada Macuto, en un
intento de normar la economía de riego, particularmente en el espacio bañado por
los ríos Turbio y Yaracuy, fue tradición desde los tiempos de las comunidades
aborígenes y haciendas explotadas por los españoles y sus descendientes,
imponer una mayor necesidad de utilización del recurso agua.
A tal
efecto, en el Archivo del Estado Lara, reposa la Ordenanza Nº 20 del 11 de
diciembre de 1852, dictamen de la Diputación Provincial de Barquisimeto, en sus
sesiones del 4 de ese mes y año, en tiempos de la administración de Martín
María Aguinagalde, que habla del riego por acequias y su reglamentación para el
uso colectivo.
En Cabudare se legisló al respecto
En torno a los
bucos como sistema de riego, en Cabudare existió significativa legislación,
reproduciendo el cargo de Juez de Agua, que era el encargado del reparto
equitativo del recurso hídrico en los predios del distrito.
Entre el cúmulo de documentos del Archivo Histórico
Municipal de Palavecino, con estimación de sobrepasar los 12 mil, reposa un
dictamen de finales del siglo XIX, en donde el Concejo Municipal, norma el uso en el fértil Valle de Río
Turbio, “el cual estaba surcado por
extensas acequias”.
Con
el título de Padrón para el Reparto de
las Aguas de la Hoja Hidrográfica de Macuto, documento aprobado el 31 de
octubre de 1895, da cuenta, entre otros datos de interés, que el buco Mayalero,
para aquella remota época, “ya tenía más
de 200 años en uso”.
El manuscrito
está rubricado por el edil Martín Carreño, presidente del cabildo de Cabudare y
Juan de Dios Meleán, como secretario de ese cuerpo legislativo local, y detalla
el reglamento de uso, consideraciones, sistema de riego, su extensión, nombre
de los fundos, situación espacial y el nombre completo de sus beneficiarios.
Expone
que los canales eran alimentados por el río Turbio y la quebrada Macuto (río
Claro), y según el acuerdo, el buco Mayalero o El Mayal, asistía a las
haciendas Santa Elena, La Capilla, Papelón, San José y Barrancas, situadas en
los sectores Carabalí, Bureche, Papelón, Mayal y Barrancas.
El
buco Torrellero, alimentaba los sitios de Bureche y Barrancas; buco Peñero a
Tarabana, Barrancas y Bureche; buco Duranero a Barrancas; buco Hondo a las
haciendas Santa Rita, San Antonio, San Rafael, Barrancas, La Capilla, La Vega;
Buco Alto a Bureche; y los bucos La Aduana y La Ceiba al sector Carabalí.
Dado
en el local de las sesiones del Concejo Municipal del Distrito Cabudare a 31 de
octubre de 1895.- Año 85° de la Independencia y 38° de la Federación.
Cúmplase
y cuídese de su ejecución.- El jefe del distrito M López Juáres.- M C Ojeda.- Es
copia fiel
El
documento fue consignado ante la Oficina Principal de Registro del estado y en
la “sesión ordinaria del lunes 11 de los
corrientes (noviembre) los títulos a
los agricultores” del Valle del río Turbio.
Luis Alberto
Perozo Padua@ArchivoP
Fuente:
Archivo
del estado Lara. Ordenanza Nº 20 del 11 de diciembre de 1852. Gaceta de
Barquisimeto
Archivo
Histórico Municipal de Palavecino Don Vidal Hernández Agüero
Archivo
personal del investigador y cronista José Arnoldo Dávila
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